En las últimas décadas, la agricultura ha experimentado una transformación hacia métodos más sostenibles, buscando alternativas que promuevan la productividad sin afectar los recursos naturales ni fomentar la sobreexplotación y contaminación de estos. En este contexto, los bioestimulantes agrícolas, especialmente los orgánicos, han emergido como una herramienta clave para mejorar la eficiencia de los cultivos, aumentar su resistencia a factores de estrés y mejorar la calidad del suelo.
¿Qué son los bioestimulantes orgánicos?
Los bioestimulantes son sustancias o microorganismos aplicados a las plantas para optimizar el crecimiento y desarrollo potencializando en conjunto con los nutrientes aplicados en el cultivo. A diferencia de los fertilizantes, que tienen como objetivo nutrir de manera específica de acuerdo a las necesidades de elementos de acuerdo a la etapa fenológica, los bioestimulantes tienen un impacto directo en incrementar el desarrollo fisiológico y metabólico de la planta, estimulando un crecimiento fuerte y homogéneo al igual que la resistencia ante factores bióticos y abióticos que puedan afectar al cultivo.
A través de la activación de rutas metabólicas dentro de la planta, los bioestimulantes orgánicos pueden inducir respuestas positivas ante condiciones de estrés, ya sea por sequía, salinidad, temperaturas extremas o plagas. Esto los convierte en aliados cruciales para mejorar la resiliencia y productividad de los cultivos, especialmente en sistemas agrícolas sostenibles.
Tipos de bioestimulantes orgánicos
Extractos de algas marinas
Estos extractos contienen una amplia gama de compuestos bioactivos, incluidos polisacáridos, fitohormonas (como auxinas, citoquininas y giberelinas), y minerales. Además, estos extractos tienen la capacidad de mejorar la estructura del suelo, aumentar la retención de agua y evitar el daño en plantas afectadas por factores de estrés hídrico. El extracto de algas marinas es un bioestimulante que influye en la mayoría de procesos fisiológicos mejorando el desarrollo de la planta, desde las raíces hasta la formación de frutos.
Compuesto de aminoácidos
Los aminoácidos, que son los componentes básicos de las proteínas, son esenciales para el crecimiento de las plantas. Los bioestimulantes basados en aminoácidos ayudan a las plantas a sintetizar proteínas de manera más eficiente, lo que resulta en una mejor fotosíntesis, mayor resistencia al daño por factores bióticos y abióticos y un aumento en la floración y llenado de frutos. A su vez, los aminoácidos también pueden estimular la actividad de las raíces y facilitar la absorción de nutrientes.
Ácidos húmicos y fúlvicos
Estos compuestos orgánicos naturales derivados de la descomposición de la materia orgánica tienen un impacto positivo en la estructura y actividad biológica del suelo. Los ácidos húmicos y fúlvicos estimulan la traslocación de nutrientes y actúan como quelantes en compuestos minerales de difícil solubilización. También mejoran la disponibilidad de nutrientes en el suelo, favorecen el crecimiento radicular y aumentan la capacidad de las plantas para soportar condiciones de estrés, como la sequía o la salinidad.
Microorganismos beneficiosos
Los bioestimulantes microbianos incluyen bacterias y hongos que promueven el crecimiento de las plantas. Las micorrizas son hongos que desarrollan una simbiosis con el suelo y la planta, haciendo que elementos minerales y la retención del agua sean de aprovechamiento para el cultivo. Los microorganismos beneficiosos pueden mejorar la absorción de nutrientes, estimular la producción de fitohormonas y ayudar a las plantas a defenderse contra patógenos.
Beneficios de los bioestimulantes orgánicos
La aplicación de bioestimulantes orgánicos en los cultivos presenta múltiples beneficios tanto para las plantas como para los suelos y el medio ambiente.
Los productos orgánicos pueden formularse o aplicarse directamente en campo para mejorar la fertilidad del suelo y estimular el desarrollo de las plantas con el fin de incrementar la producción y calidad de las cosechas.
Algunos beneficios clave que podemos obtener al aplicar bioestimulantes orgánicos son los siguientes:
Mejora la absorción de nutrientes
Los bioestimulantes no solo complementan y potencializan los elementos existentes en el suelo hacia la planta, también en conjunto con la fertilización estándar potencializa la eficiencia de cada elemento creando una nutrición fisiológica adecuada a través del transporte de los nutrientes junto a una absorción de mayor aprovechamiento de agua y minerales para un desarrollo de mejor calidad.
Estimula el crecimiento de las plantas
De las cualidades específicas al usar bioestimulantes orgánicos podemos observar la promoción del desarrollo radicular: raíces fuertes, abundantes y sobre todo resistentes al estrés hídrico, plagas del suelo y enfermedades radiculares. Aceleran la germinación de semillas, estimulan un crecimiento homogéneo de la planta y aumenta la calidad de los procesos como floración y formación de frutos.
Resistencia a factores bióticos y abióticos
La variabilidad climática impacta directamente la agricultura, con factores abióticos como sequías, heladas, altas temperaturas y suelos pobres, así como factores bióticos como plagas y enfermedades cada vez más resistentes. Fortalecer los cultivos con productos orgánicos mejora su sistema inmunológico, aumentando su resistencia ante estos desafíos.
Mejoran la calidad y rendimiento de los cultivos
El uso de productos orgánicos incrementa la producción agrícola, generando cultivos con mayor calidad en cuanto cosechas con mejor tamaño, textura, sabor y peso. El uso de orgánicos incentiva mejores rendimientos, frutos de calidad, menor impacto ambiental e incluso reducción de costos de producción.
Sostenibilidad y cuidado con el medio ambiente
La creciente demanda de alimentos exige una producción más rápida, lo que ha llevado al uso excesivo de fertilizantes y agroquímicos, afectando los recursos naturales. Los productos orgánicos promueven una relación sostenible entre el suelo, las plantas y el ecosistema, reduciendo la contaminación. Además, los bioestimulantes contribuyen a la biodiversidad y al equilibrio ecológico.